Londres

Londres, la famosa London... una ciudad en la que todo esta del revés... (y todo es de color rojo)

Salimos del aeropuerto y nos montamos en un bus que nos llevó hasta el centro de Londres, desde allí echamos a andar en busca del hotel (que terminó encontrando el encantador taxi negro -LTITX4- que nos llevó) Frío, lluvia y humedad. Ese fue el recibimiento que nos brindó la ciudad. La comida, un asco y todo el día con el cuerpo destemplado. El primer día odié la ciudad...

Pero todo cambió el segundo día. Fuimos hasta Covent Garden (un lugar encantador, lleno de artistas, tiendas y con aire bohemio) desde donde partía nuestra excursión. Nuestra primera parada fue la Iglesia de St Martin in the Fields (la iglesia anglicana más famosa de la ciudad), y después continuamos hasta Trafalgar Square, que estaba justo al lado, en el centro la Columna de Nelson y dió la casualidad que ese día era el del patrón de la ciudad "San Jorge" y la plaza estaba repleta de actividades, tiendas, puestos,... Vimos el exterior de la Galeria Nacional que también esta allí en la plaza y continuamos paseando por Pall Mall hasta llegar al Palacio de St James donde tuvimos la gran suerte de poder ver el "Cambio de Guardia" (original y diferente y los sombreros son super graciosos) De allí nos fuimos al Palacio de Buckingham (no es nada del otro mundo) y continuamos hasta St Jame´s Park que la verdad es que nos encantó, muy cuidado, tan verde, con un gran lago central y ardillas corriendo por los árboles. Me gustaron las hamacas repartidas por el parque para poder sentarse (previo pago) Vimos también unos pajarracos que comian otros pájaros "Pelícanos comepalomas" y mi adorado marido me obligó a ver el vídeo en youtube en cuanto llegamos al hotel... ¡No lo veaís es super angustioso!

Vimos las antiguas caballerizas reales, el bunker de guerra de W. Churchill y continuamos hasta el famoso BigBen y el Parlamento. Precioso y realmente llamativo. Una bonita estampa. La Abadia de Westminster también es espectacular y esta justo al lado.

Comimos fish & chip que no es más que patatas fritas y uno o dos filetes de pescado empanado. ¡No estaba mal!

Paseamos por la rivera del Támesis y vimos el famoso London Eye... ¡Londres estaba empezando a gustarnos!

Y echamos a andar rumbo al Soho, ¡cuanta diversidad! ¡cuanta gente! Bares, restaurantes, pubs, tiendas, teatros, sex shops, cines, ... La gente iba demasiado rápido. Paseamos por China Town y llegamos a Piccadilly Circus (una intersección de calles espectactular con inmensas pantallas). Fue un día genial y super aprovechado... Habiamos descubierto que la ciudad merecía la pena.

Al día siguiente, que era Domingo pudimos disfrutar de "La Gran Maratón de Londres" que más que un evento deportivo aquello parecía una feria (la gente comía y bebía por las calles, música, bailes,...) Vimos también el famoso Puente de Londres, muy llamativo. Y vimos la Torre de Londres (donde se guardan las joyas de la corona custodiada por los Beefeaters)

Desde la orilla del río pudimos ver el skyline de los nuevos edificios de Londres ¡una maravilla! y nos encantó The Gherkin o "el pepinillo". Vimos el Monumento al Gran Incendio de Londres y por la tarde la dedicamos a ver el barrio más extraordinario del mundo ¡Candem Town! Este barrio no se puede describir con palabras, es imposible. Hay que ir allí para ver lo que es. Las tiendas son super coloridas y sus fachadas en relieve hiper llamativas. Lo mismo encontrabas una tienda de lámparas que una de vestidos de época. ¡Flipé con este lugar! Nunca había visto nada igual...

Por la noche desde un puente pudimos ver el skyline nocturno. Las luces de los rascacielos, el London Eye de color rojo, el BigBen y el Parlamento... Impresionante. Nos llevamos esa imagen grabada a fuego en el pensamiento.

Y el último día lo dedicamos a visitar el Museo de Historia Natural (gratis) como casi todos los museos de Londres. Nos gustó mucho ya que nunca habíamos visto un museo de este tipo. Incluso pudimos sentir un terremoto, ver un gigantesco esqueleto de Diplodocus y ver un Tiranosaurius de moverse... ¡Muy divertido y muy recomendable!

No olvido decir que las cabinas son rojas, los autobuses son rojos, que la gente circula por la izquierda, que no hay euros sino libras (todo carísimo por cierto), que todos los parques son propiedad de la reina y que el BigBen no se llama BigBen sino Torre de la Reina porque fue un regalo de los londinenses a su Reina y que el London Eye es propiedad de Coca-Cola (de ahí que se ilumine de color rojo por las noches) ...

Y aunque el primer día odiamos la ciudad por su "odioso" clima al final nos encantó la vieja ciudad de Londres...